jueves, 24 de mayo de 2012

Promover el uso de la seguridad en Internet y de la etiqueta digital

La educación para un uso seguro de Internet es imprescindible. Tras varios años de trayectoria, es necesario ahora un nuevo impulso que
pasa por establecerla de manera curricular en el aula y por realizar una orientación hacia la formación de plenos ciudadanos y ciudadanas digitales.
Educación para una Internet más segura desde la escuela
Hacia una ciberciudadanía activa y responsable
Se venía hablando de los riesgos de Internet y ahora hay que hablar de los riesgos en Internet. Antes los niños usaban Internet y ahora viven buena parte de su vida en ella. Es necesario ir evolucionando de una solución de urgencia y adecuada a esos primeros tiempos hacia una apuesta de futuro. Por lo tanto, aunque sin abandonar el enfoque de "uso seguro" que sigue siendo necesario y es más adecuado para determinados colectivos y realidades, hay que abrazar nuevas líneas de intervención con mayor alcance y proyección en el tiempo. Hay que trabajar con intensidad en la "educación para la ciberciudadanía". Hablar de ciberciudadanía activa o de ciberciudadanía responsable es redundante en sentido estricto pero, en ocasiones conviene cualificar en lo esencial un sustantivo tan manido como versátil y abstracto.  Es claro que, en la medida en que la Red ha cobrado mayor protagonismo, por importancia e incidencia, como entorno de socialización y convivencia se hace más evidente que niños, niñas y adolescentes van a ser más autónomos y sujetos a sus propios criterios que a los consejos paternales y paternalistas de los que nos hemos venido sirviendo. Esos consejos han cumplido su misión y la siguen cumpliendo en las edades más tempranas pero van quedando insuficientes. Por ello, además de personas informadas sobre las situaciones de riesgo y las medidas preventivas a adoptar, debemos aspirar a formar plenos ciudadanos digitales que, entre otras muchas cuestiones, sean capaces de disfrutar de sus derechos en connivencia con los derechos ajenos.  Cabe destacar que detrás de este planteamiento subyacen dos imperativos:
-
que utilizan. Priorizar actitudes y valores frente a conceptos y procedimientos. Las
personas prevalecen y las tecnologías cambian.
Focalizar la acción en las personas y sus actitudes y no tanto en las tecnologías
Tenemos que precisar el escenario para el aprendizaje, que se puede realizar tanto de manera formal como en un contexto informal. Desde luego no son ámbitos excluyentes, pero dada la importancia de la cuestión todas las recomendaciones apuntan a que se incluya curricularmente. Hace un par de meses el propio Secretario de Estado para las Telecomunicaciones, señalaba que el sistema educativo español debería contar con una asignatura para enseñar a los jóvenes a navegar por Internet con Seguridad. En la misma línea, Vivian Reding, desde la Comisión Europea, destacaba la necesidad de incluir de forma sistematizada la formación en el uso seguro de Internet en los centros escolares.

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